Garceta grande
Ardea alba
también clasificada como
Egretta alba
La garceta grande es un ave estilizada, de tamaño semejante a la garza real, aunque su inmaculado plumaje la hace parecer mayor.
De taxonomía discutida, la garceta grande ya fue descrita científicamente por Carlos Linneo, en 1758, en la décima edición de su obra Systema naturae, con el nombre de Ardea alba, que significa literalmente «garza blanca». Posteriormente fue incluida con otras garcetas en el nuevo género Egretta. En 1842 Constantin Wilhelm Lambert Gloger basándose en las diferencias con los dos anteriores propuso un género propio, Casmerodius, para ubicar a la garceta grande en vista de sus diferencias anatómicas y de tamaño respecto a los demás miembros del género Egretta. Finalmente, los análisis genéticos la devolvieron al género Ardea, donde Linneo la había clasificado originalmente.
Hasta hace relativamente poco tiempo, esta llamativa garza solo nos visitaba ocasionalmente durante la invernada, pero, de un tiempo a esta parte —coincidiendo con su recuperación poblacional en Europa— cada vez son más los ejemplares que recibimos durante el invierno y, lo que es más relevante, los que se reproducen entre nosotros en lugares como el delta del Ebro o las marismas del Guadalquivir. Hasta el año 1990, las observaciones de Egretta alba en la Albufera se contaban con los dedos de una mano (sólo tres citas entre 1980 y 1990). Pasados unos años, los registros fueron haciéndose más frecuentes hasta convertirse, en la actualidad, en una especie regular a lo largo de todo el año y en incremento progresivo.
En 2016 se confirmó por primera vez la reproducción de la garceta grande en la Albufera.
LOCALIZACIÓN: Albufera
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