Curruca cabecinegra
Sylvia melanocephala
Los principales rasgos distintivos de esta llamativa curruca, que frecuenta muchas de nuestras formaciones más características de matorral mediterráneo, son el oscuro capirote, negro en los machos, que se extiende por debajo del ojo y contrasta intensamente con la garganta blanquecina, y el llamativo anillo ocular rojo. Resulta muy común en la mitad meridional de la Península y en Baleares. También es habitual en Canarias, donde vive una subespecie diferente. Es una especie en expansión. Las hembras son más parduzcas en el dorso, con zonas ventrales de color pardo pálido y cabeza grisácea. Los dos sexos tienen el anillo ocular rojizo, las patas claras (anaranjadas en los machos) y las plumas externas de la cola blancas.
Se alimenta fundamentalmente de insectos, aunque también ingiere arañas. Además consume diferentes tipos de frutas, como pueden ser los higos, las uvas, los distintos frutos silvestres que encuentra en su camino y también semillas de gramíneas.
Primera y última fotografías cedidas por Miguel A. Catalá.
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